La decoración de habitaciones de hotel no debe nunca ser un proceso secundario o hecho sin una planificación adecuada. Aunque para muchos directivos de hotel, la decoración está únicamente relacionada con la estética, lo cierto es que va mucho más allá del atractivo visual.
Cada elemento dentro de una habitación debe estar dirigido a crear una experiencia sensorial integral y transmitir un mensaje a los huéspedes. Los colores, distribución del mobiliario, texturas, accesorios y todo lo que se encuentra en una habitación de hotel debe perseguir un propósito definido.
Cada hotel tiene una cultura empresarial y una serie de objetivos diferentes que se exteriorizan en los elementos sensoriales. Existen cientos de estilos y visiones decorativas en el diseño interior de habitaciones de hotel. Sin embargo, desde RK Travel hemos creado una guía de lo infaltable en tu proceso decorativo, veamos.
Los 5 principios imprescindibles en la decoración de habitaciones
La decoración de interiores es una de las disciplinas más necesarias dentro del desarrollo de hoteles e instalaciones de servicios turísticos. Su importancia radica en la consideración de los factores tangibles e intangibles que producen la máxima satisfacción dentro de los espacios físicos.
Los decoradores de interiores analizan la interacción de las personas con los ambientes y exploran la estimulación de los sentidos mediante elementos decorativos. El uso del color, las formas, texturas y disposiciones del mobiliario, ornamentos y espacios crean una atmósfera única que logra un objetivo definido.
Con el fin de crear una mezcla sensorial diferente, agradable y con un propósito corporativo definido, los decoradores se basan en principios básicos. Estos principios se aplican en cada espacio aunque la expresión final pueda ser muy diferente. Los 5 principios fundamentales de la decoración de habitaciones de hotel, son:
1. ¿Quién usará la habitación?
En la decoración y en general, en cualquier actividad relacionada con el marketing, comunicación y servicios al huésped, el buyer persona es fundamental. Definir desde un principio quién es nuestro huésped es la piedra filosofal de todos los procesos sucesivos.
En un hotel no existe un solo tipo de huésped pero es posible definir los diferentes tipos de usuarios de nuestros servicios. Cada hotel tiene una definición de huésped muy relacionada con la filosofía corporativa, la ubicación, el precio de los servicios y otros elementos particulares.
Por ejemplo, un hotel ubicado dentro de un aeropuerto tiene una definición de huésped muy distinta a un hotel de larga estancia. Un hotel en el centro de la ciudad cuenta con un buyer persona con características muy diferentes al huésped de un hotel de campo.
Por lo tanto, debemos definir una decoración que busque satisfacer los objetivos, gustos e intereses de la mayor cantidad de buyer personas. Cada acción debe responder a la pregunta: ¿Es esto lo que busca mi huésped?
La distribución del mobiliario, la saturación de elementos, la paleta cromática y de texturas se combinan para satisfacer a esta pregunta. Este elemento debe estar siempre en nuestra mente.
2. ¿Qué queremos transmitir en el espacio?
Los espacios hablan, de eso no hay duda. Esta segunda fase está íntimamente relacionada con la cultura corporativa y la esencia fundacional de nuestro hotel. ¿Cómo queremos ser percibidos por los huéspedes? Es decir, qué queremos decirle a nuestros usuarios usando nuestras habitaciones como interlocutores.
Cada elemento que compone a una habitación debe perseguir un objetivo relacionado con nuestra esencia corporativa y nuestra filosofía. Muchos hoteles tienen habitaciones temáticas o con un estilo definido pero en el fondo deben guardar coherencia y consonancia con nuestra visión general.
En este sentido, la utilización de un brand book o libro de marca es crucial en el proceso de decoración de habitaciones de hotel. Los colores, fuentes, diseños, logotipos, texturas y otros elementos deben tener un hilo conductor común.
3. ¿Cómo es el espacio actual?
Muchas veces podemos incorporar la decoración desde una fase anterior a la propia construcción del hotel. La arquitectura y diseño de la estructura puede ser modificada siguiendo los elementos anteriores de esta guía. Sin embargo, en muchas ocasiones esto es imposible.
Los hoteles que se fundan sobre espacios previamente construidos, transformados o con una base arquitectónica previa no tienen este privilegio. ¿Qué hacer entonces en estos casos?
La decisión más adecuada es analizar la base estructural, distributiva y arquitectónica y trabajar con ella como un cimiento de planificación. Bajo un principio de adaptación eficiente a los espacios, podemos crear una decoración ideal valiéndonos de los recursos existentes.
Adaptar los espacios a nuestro propósito depende en gran medida del análisis concienzudo de lo que tenemos y cómo aprovecharlo. Cualquier espacio puede transformarse si usamos los elementos existentes como ingredientes activos de un concepto general.
4. ¿Qué recursos tenemos disponibles?
En estrecha relación con lo anterior, conocer muy bien la disponibilidad de recursos con anticipación nos ayuda a hacer una planificación más eficiente. No sólo en términos económicos o financieros (que importan, y mucho) sino en la disponibilidad local de recursos físicos, humanos y tecnológicos.
Muchos hoteles se basan en la cultura local como un pilar de fundamento para su decoración de interiores. El uso de recursos localmente localizados no sólo crea una atmósfera diferenciada sino que optimiza la disponibilidad de recursos.
En esto, las grandes cadenas hoteleras nos dan lecciones muy valiosas. La mayoría de las cadenas internacionales amalgaman a la perfección la cultura local con la cultura empresarial de la corporación.
Elementos étnicos, culturales, naturales y geográficos son recursos que optimizan los presupuestos y pueden ser muy útiles en el proceso. Sin embargo, esto no es necesariamente una línea dogmática y (nuevamente) depende de quién es el huésped y qué queremos transmitir en nuestras habitaciones.
5. ¿Cuál es la permanencia del proyecto?
La permanencia de los proyectos define de una manera inequívoca la profundidad de los cambios decorativos en nuestras habitaciones. Algunos hoteles adaptan su decoración a determinados eventos, fechas especiales, promociones y otros factores temporales.
Dentro de muchas habitaciones de hoteles por todo el mundo, la decoración de invierno y verano son diferentes. La decoración de año a año puede variar como una política interna o como un paso previo a cambios estructurales mayores.
La longevidad del proyecto decorativo debe definir el uso de recursos, la profundidad de los cambios o incluso, los presupuestos de base. El reciclaje y reuso de elementos es otro de los elementos que juegan roles muy importantes en esta fase.
En RK Travel, creemos firmemente en que cada elemento de tu hotel está estrechamente ligado al marketing y la comunicación. La decoración de tus habitaciones, tus áreas de recepción y de servicios debe planificarse como un exponente más de tu filosofía empresarial.
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